La comunicación e interacción entre los actores involucrados en el aula permiten establecer vínculos de confianza apropiados para aprender, potenciando la comprensión de los conocimientos, la motivación, compromiso e involucramiento del estudiante con su formación, y la valoración de la retroalimentación para la mejora constante del desempeño.
Así, existen estilos, estrategias y recursos que, como docentes, podemos implementar para generar un clima de aula adecuado, que se caracterice por el respeto, la definición de roles y responsabilidades, y promueva el bienestar de todos los actores involucrados.